Por Miguel Ángel Galán
El multipremiado ingeniero de sonido Jaime Baksht sostiene una fórmula valiosa para hacer sonido, “no basta con ser creativo”, la cual le ha servido para formar parte de proyectos valiosos y reconocidos dentro y fuera de México, uno de ellos ganador del Oscar a Mejor Sonido en 2021 por lograr conectar la pérdida de la audición… con el ruido. En esta entrada del #BlogCIBEF hablamos de Jaime Baksht y su trabajo en la apabullante cinta Sound of Metal.
¿Cómo representar con sonidos a alguien que se está quedando sordo? Podemos imaginarlo recordando el ruido cuando nos sumergimos en el agua, en los golpes del aire en los oídos en lo alto de una montaña, o en los viajes largos en los que reconocemos que hemos transitado un camino largo sintiéndolo únicamente por nuestros oídos obstruidos.
Aunque es algo que podemos imaginar de manera física, el problema plantea un problema mayor, ¿cómo representar los conflictos de una persona que pierde la capacidad de escuchar? Este es el tema de Sound Of Metal (Darius Marder, 2020), ganadora del Oscar a Mejor Sonido en 2021.
El drama de escuchar como los sordos
Sound of Metal es la historia de Ruben Stone (Riz Ahmed), un joven baterista que pierde el oído de forma radical y su lucha personal para adaptarse a su nueva vida. Esta historia plantea una pregunta importante: ¿qué pasa cuando se tiene un cambio en la vida y no se quiere aceptar? Esta pregunta le da a Sound of Metal un subtexto de redención, autoaceptación y solidaridad y en el que, como señala Javier Baksht, el sonido se vuelve un personaje paralelo.
Aunque es difícil dimensionar plenamente la pérdida de alguno de los sentidos o de alguna cualidad si no has pasado por un suceso similar, esta cinta te coloca en un punto donde debes mirarte a tí mismo y pensar ¿qué pasaría si pierdo el oído, el gusto o el habla? Mientras avanzaba en el drama de Ruben no pude dejar de pensar en cuán similar sería para mi perder la vista y amar el cine. La lista de músicos con problemas en la audición no es corta. Si bien tenemos el ejemplo de Beethoven, se trata de un fenómeno en el que la potencia del sonido en las presentaciones en vivo en la música moderna es un factor enorme. Este es el caso de superestrellas como Brian Johnson, (AC/DC), Lars Ulrich y James Hetfield (Metallica), Chris Martin (Coldplay), Anthony Kiedis (Red Hot Chilli Peppers), Phil Collins, Noel Gallagher, Pete Townshend y Eric Clapton, por nombrar algunos.
Pero Ruben no es una superestrella y la pérdida de su audición no tiene vuelta atrás. De forma desesperada insiste en que recuerda las canciones, que puede llevar el tiempo y seguir tocando como si nada hubiera pasado. Reflexionando en mi propia vida pensé en Alfredo, el operador del Cinema Paradiso, y quien no podía ver las películas pero sabía todos los diálogos, y conocía el estado del proyector por sus sonidos y zumbidos. No debe ser fácil soltar algo que tanto amas.
El drama de nuestro héroe es el de abrazar su sordera, no alcanza saberse las canciones, no hay memoria que lo salve. Al ingresar a una comunidad de sordos comprendió que el problema no estaba en sus oídos, sino en su mente. El camino del héroe tenía como destino mantenerse en pie y evitar que la caída fuera más profunda.
El sonido del metal: los mexicanos en Sound of Metal
El equipo encargado del sonido estuvo constituido por el artista sonoro principal Nicolas Becker, Phillip Bladh, Carolina Santana y los mexicanos Carlos Cortés, Michelle Couttolenc (la primera mujer mexicana en ganar el Oscar a Mejor Sonido) y, por supuesto, Jaime Baksht. El papel de estos últimos fue el de conjuntar todos los sonidos para integrarlos a la película.
En entrevista, Jaime Baksht comenta que la clave del éxito fue trabajar con la libertad con la que suelen hacerlo en México, donde no existe una presión por realizar trabajos que impacten en la taquilla. Gracias a ello el trabajo se llevó a cabo en los estudios de Carlos Reygadas y en Astro Estudios. Esto es llamativo pues para que una cinta pueda participar en los Oscares el sonido debe ser grabado en Los Ángeles o, en su defecto, Londres.
Representar la sordera con sonido fue el primer reto de este equipo, como comenta Michelle Couttolenc en entrevista se preguntaban “¿cómo íbamos nosotros (el equipo de sonidistas) a saber cómo siente o cómo percibe las cosas alguien que ya perdió la audición?, ¿cómo vamos a transmitir eso y que la gente sienta que de verdad está pasando?”
Para ello, el sonidista Nicolas Becker y el director Darius Marder decidieron utilizar, como sonido principal, los ruidos del del cuerpo humano grabados en una cámara anecoica. Estas cámaras están diseñadas para absorber prácticamente todo el ruido del interior, por lo que lo único que se escucha son los sonidos del propio cuerpo, “somos máquinas muy ruidosas”, sentencia Baksht.
El trabajo principal de Carlos Cortés, Michelle Couttolenc y Jaime Baksht fue el de conjuntar ese sonido principal con el resto de sonidos e integrarlos a la película. El propio Jaime detalla su proceso de trabajo: “una vez que el director decidió el concepto de la película, tomamos todos los elementos y los mezclamos entre sí para dar el sonido final de la película. Teníamos una paleta de sonidos inmensa, y teníamos que seleccionar qué era lo mejor para cada momento”.
Otro elemento clave en el sonido es que la sordera de Ruben es gradual, “es por eso que fuimos haciendo un ‘degradado’ en los sonidos muy sutil, hasta que llega el momento en que se pone el implante.” Para Jaime fue fundamental el poder entenderse perfectamente con el sonidista principal, Nicolas Becker:
“yo mencionaría que Nicolas Becker, más que ser un diseñador sonoro, es un artista sonoro… y a mi me gusta mucho la música concreta, me gusta mucho lo que hacen los franceses como Pierre Boulez, me gusta mucho la música de Stockhaussen… Entonces, a la hora que nos integramos con ese equipo, y ellos ya traían ese concepto, para nosotros fue natural compenetrarnos y hacer mancuerna. Y sí lo logramos, parece ser que sí”
En definitiva, para Jaime Baksht, Sound Of Metal es una cinta que “está despertando los oídos del sonido en el cine mundial, eso es lo que tiene de importante esta película”.
El sonido de Jaime Baksht
Jaime Baksht tiene una relación familiar con el sonido. Su padre, David Baksht es uno de los principales sonidistas mexicanos, y ha trabajado en cintas como El Callejón de los Milagros (1995) y El Topo (1970) de Alejandro Jodorowsky. Recientemente el propio Jaime le hizo entrega del Ariel de Oro por su trayectoria. Sin embargo, Jaime Baksht ha construido por sí mismo una carrera impresionante: 180 películas, multiganador del Ariel con cintas como La Jaula de Oro (2014), Güeros (2015) y Yo No Estoy Aquí (2020), además de participar en La Ley de Herodes y El Laberinto del Fauno, por mencionar algunas.
Para lograrlo, Baksht comenta para Gaceta UNAM que hay puntos que ningún sonidista debe pasar por alto si quiere crear trabajos valiosos. En primer lugar debe entender la tecnología que tiene a su disposición, y en seguida debe comprender dicha tecnología de forma “científica”. La creatividad, considera, es una herramienta clave pero no la primera ni la más importante, “si yo soy muy creativo pero si no entiendo nada de lo anterior, entonces nunca voy a poder llevar a cabo mis ideas”
Hay otra cuestión por la que Jaime Baksht destaca y es su ecuanimidad respecto a haber ganado un Oscar. Si bien se considera una persona afortunada, tiene la suficiente perspectiva para reconocer que este premio Oscar tiene una carga mediática muy fuerte que sobredimensiona su importancia. Como señala para Gaceta UNAM, no se trata de premio que más lo ha emocionado:
“Fue más emocionante ganar mi primer Ariel que ganar un Oscar. Lo que pasa es que el Oscar es un premio súper mediático, entonces el Oscar impacta incluso a un público que no necesariamente es cinéfilo”.
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¿Qué te parece el sonido de Sound Of Metal?, ¿qué cuestiones implican para ti el perder alguno de los sentidos?, ¿qué otras cualidades debe tener un sonidista para saber contar una película a través del sonido?
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