Por Miguel Ángel Galán
La lista de las mejores películas de la historia, hecha por la revista Sight & Sound, ha sido dominada por los mismos hombres y nombres, hasta ahora: en este 2022 el primer lugar es para la directora Chantal Akerman con la genial Jeanne Dielman, 23 quai du Commerce, 1080 Bruxelles. Como era de esperarse, esto no le ha sentado bien a todo el mundo. Hablemos de la incipiente diversidad detrás de uno de los rankings más prestigiosos del cine.
Cada diez años y sin interrupciones desde 1952, Sight & Sound, la revista del British Film Institute (BFI), realiza una encuesta entre la élite del cine para decidir cuáles son las mejores cien películas de la historia. En cada edición entran y salen películas, aunque algunas siempre permanecen. Es el caso de joyas como El Acorazado Potemkin (Sergei Eisenstein, 1925), La Regla del Juego (Jean Renoir, 1939), Ciudadano Kane (Orson Welles, 1941) Vértigo (Alfred Hitchcock, 1958), y la recién retomada joya del cine japonés, Tokyo Story (Yasujiro Ozu, 1953).
Dada la antigüedad de la encuesta y el perfil de los cineastas votantes, esta lista ha marcado el consenso sobre lo que podemos considerar clásicos indiscutibles. Según Icónica, esto es lo que sucede con las mencionadas cintas de Alfred Hitchcock y Orson Welles, las cuáles han permanecido siempre entre las diez mejores y son aceptadas por todo el mundo como lo mejor de lo mejor, más allá de su inherente calidad y valor artístico.
Pero este año la sorpresa ha sido la llegada de la directora belga Chantal Akerman al sitio de honor de la votación con su película Jeanne Dielman, 23 Quai du Commerce, 1080 Bruxelles (1975), destronando precisamente a un clásico de clásicos, Vértigo.
Sin embargo, no se trata de una sorpresa particularmente grata para todos, como era de esperarse dada la tradición excluyente de la encuesta: excluyente con las creadoras, con la comunidad LGBT+ y con el cine de países “periféricos”, como los latinoamericanos.
Que Jeanne Dielman… sea considerada la mejor película es un motivo ideal para preguntarnos: si Jeanne Dielman… ya aparecía recurrentemente en ediciones pasadas de las cien mejores, ¿qué ha sucedido para que este año sea coronada como la mejor película de la historia?, ¿por qué han tenido que pasar 70 años de Sight & Sound para que una mujer sea considerada la creadora de la mejor película de la historia?
De qué va la mejor película de la historia: Los rituales de Jeanne Dielman
Jeanne Dielman (Delphine Seyrig), una mujer viuda, divide su rutina diaria entre las tareas domésticas, la atención a su hijo adolescente y la prostitución, todo de manera precisa. A través de largos planos secuencia y una duración de más de tres horas, la película nos inserta en la meticulosidad de la vida de Jeanne Dielman y el rigor y la ansiedad con que asume sus rituales cotidianos. En palabras de Tania Tagle,
“Jeanne es una máquina perfectamente cronometrada para el mantenimiento de la vida a través del trabajo doméstico, el trabajo sexual y la maternidad. Y esa sola revelación resulta más violenta que cualquier crimen”.
Rodada cuando tenía 25 años, Chantal Akerman plasma parte de su historia personal en esta película, pues ella misma cuenta que su vida familiar también estuvo marcada por rituales religiosos y cotidianos, y en los que cada acción tenía un significado. En Jeanne Dielman… Cada actividad de la protagonista está cargada de un significado específico que sostiene toda la estructura del día. Así comprendemos lo fatal que le resulta a Jeanne encontrarse con una hora vacía que hay que llenar de alguna manera, desorganizando todo el conjunto.
La manera en que Chantal Akerman pone en la discusión pública el angustiante y violento confinamiento de la mujer a lo privado, ha generado reacciones como la del New York Times, que considera a esta película como la primera obra maestra de lo femenino en la historia del cine.
¿Jeanne Dielman es la mejor película de la historia? Algunos dirían que no…
Una de las principales voces en desacuerdo con la posición #1 es la del director y guionista Paul Schrader, quien considera que, aunque se trata de una gran película, no merece estar en la primera posición. Esto es lo que ha dejado en una publicación que realizó desde su perfil de Facebook, donde señaló que, aunque se trata de una de sus películas preferidas, su elección responde a un “reajuste políticamente correcto” antes que a una continuidad histórica.
Agregó que, incluso, todo esto socava la credibilidad de la encuesta de Sight & Sound pues parece que “alguien ha puesto su pulgar sobre la balanza”. Por lo que de ahora en adelante Jeanne Dielman… “será recordada no sólo como una película importante en la historia del cine, sino también como un hito de la revalorización distorsionada woke”. El crítico Jordan Ruimy agrega más elementos al disenso de Schrader al mencionar que, en el fondo, lo que los votantes hicieron fue cumplir una cuota de mujeres cineastas (lo mismo que de cineastas negros o asiáticos). Para Ruimy esto significa “la muerte del crítico cinematográfico [frente al] gobierno de las lecturas políticas del cine”.
¿Existen “las 100 mejores películas de la historia”?
La visibilidad que la película puede alcanzar es uno de los puntos positivos que se valoran al hablar del primer lugar de la lista de las cien mejores. Eso es lo que señala la crítica Leny Fernández, quien considera justificada su elección por tratarse de una de las películas más representativas de Akerman, y porque merecía ser conocida por un grupo amplio de personas, más que por cierta élite cinéfila.
Esta exposición alcanza a las demás directoras que también forman parte del ranking, como Agnès Varda (Clèo from 5 to 7, 1962; The Gleaners and I, 2000), Julie Dash (Daughters of the Dust, 1991), Jane Campion (The Piano, 1992), Barbara Loden (Wanda, 1970), Céline Sciamma (Portrait of a Lady on Fire, 2019), Věra Chytilová (Daisies, 1966), Claire Denis (Beau Travail, 1998) y Maya Deren (Meshes of the Afternoon, 1943). La propia Akerman cuenta con otra película en la lista, News from Home de 1976.
Romper la norma heterosexual y eurocentrista del canón cinematográfica no se logrará con los resultados de una encuesta. Buscando ver las cosas en su justa dimensión, las listas de las mejores responden a los intereses intelectuales de una élite en particular, la de los críticos, programadores o distribuidores del gran circuito del cine de arte.
Pero, para no ver el vaso medio vacío, es justo decir que tampoco se logrará romper dicha norma sin reconocer públicamente el valor de una película como Jeanne Dielman, 23 Quai du Commerce, 1080 Bruxelles. Y aún más, que no podemos hablar de las cien mejores de la historia si no tomamos en cuenta todas las regiones del mundo.
Todo ello sin contar que, muy en el fondo, no existe la mejor película de la historia como no existen las cien mejores. Definir parámetros para categorizar a las películas nos recuerda un poco a esa escena de La Sociedad de los Poetas Muertos, en la que analizan una fórmula para evaluar la poesía:
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¿Qué te ha parecido la elección de Jeanne Dielman… como la mejor de la historia?, ¿qué valor tienen para los rankings de cine?, ¿Cuáles son tus películas preferidas?.
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