Por Ricardo Guzmán – CIBEF/ 27/02/2021
Contar historias es algo inherente a la naturaleza humana. En Chauvet, hace 30 o 40 mil años, un hombre con el meñique ligeramente desviado pintó de manera figurativa su entorno: caballos, bisontes, antílopes, rinocerontes lanudos y leones de las cavernas a trevés de una colección de impresiones con sus manos. Al fondo, en una hendidura en las paredes de la cueva, unos sutiles borbotones de agua nacen de la piedra, de esta pared hendida parecen surgir animales; un bisonte con las patas cuadruplicadas llama la atención. Esta pintura rupestre en particular poseía algo nunca antes visto: una representación figurativa del movimiento. La curvatura natural nos muestra la lógica de salir del pequeño agujero, de concebir a la pared como un plano y entender su bidimensionalidad. Ese bisonte con las extremidades cuadruplicadas ilustra su galope y una idea que, según Werner Herzog, director del documental, nos muestra los primeros intentos por representar imágenes en movimiento.
La caverna de los sueños olvidados (2010) por Werner Herzog
En la línea temporal de las pinturas rupestres, unas cuantas decenas de miles de años después, en el mediterráneo, un hombre barbudo transformó a diestra y siniestra casi todas las disciplinas del conocimiento abordado. Se trataba de el “filósofo” o “estagirita” (apodo ganado por su lugar de origen, Estagira 384 -322 A.C., en la Antigua Grecia), mejor conocido en nuestro tiempo como Artistóteles, un hombre cuya leyenda dice que fue la última persona en saberlo todo.
Aristóteles heredó a la posteridad un enorme cuerpo de conocimiento sobre diversos temas, desde la lógica, la metafísica, la estética, la física, la astronomía o la biología, entre otros. Y además abordó un tema que hoy en día apenas ha recibido modificaciones estructurales; la narrativa.
En su obra La poética, Aristóteles habla sobre la naturaleza del hombre y su disposición a imitar el mundo a través de expresiones vocales, gráficas o mímicas.
“La imitación es natural para el hombre desde la infancia, y esta es una de sus ventajas sobre los animales inferiores, pues él es una de las criaturas más imitadoras del mundo y aprende desde el comienzo por imitación. Y es asimismo natural para todos regocijarse en tareas de imitación.”
Aristóteles, (1966). Poética. Madrid: Aguilar S.A. Ediciones.
Aristóteles diseccionó el tema e identificó un marco referencial que permitía visualizar la estructura de toda obra dramática, sujeta a un desarrollo.
“Hay, pues, en efecto, seis partes en cada tragedia, en conjunto, esto es, de tal o cual cualidad: la fábula o trama, los caracteres, la dicción o elocución, el pensamiento, el espectáculo, y la melodía; dos de ellas surgen del medio, una de la manera, y tres de los objetos de la imitación dramática. Y no hay nada más aparte de estas seis. De éstas, elementos formativos por cierto, casi todos los dramaturgos han hecho debido uso, ya que cada drama, se puede afirmar, admite el espectáculo, el protagonista, la fábula, la dicción, la melodía y el pensamiento.”
Aristóteles, (1966). Poética. Madrid: Aguilar S.A. Ediciones.
Lo que desemboca en la premisa de que para conseguir una buena historia que funcione, unx debe seguir una estructura que dotará de las cualidades requeridas a la obra para llamar la atención de cualquier espectador, basándose en la naturaleza curiosa y perspicaz de los seres humanos. Estos seis puntos son:
La Trama
Es, de acuerdo a Aristóteles, la parte más importante de una historia. La trama define sobre qué trata la historia y lo que la audiencia experimentará, e incluye un puñado de sucesos y dificultades que afectarán a nuestros personajes para evocar emociones en la audiencia por medio de la empatía.
El Personaje
Estos son los elementos principales de cualquier narración. Son quienes crean acciones, tienen emociones y permiten conectar con la audiencia. Algunos de los rasgos que un personaje debería tener son:
- Poseer cualidades que se consideran como ‘buenas’ para para poder ganarse el respeto de la audiencia.
- Las cualidades del personaje deben tener sentido basándose en su identidad.
- El personaje debe ser creíble.
- El personaje debe tener rasgos y características consistentes.
Un personaje no puede ser tímido en una página y arrogante y despectivo en otra. Los personajes deben permanecer fieles a la identidad que se les asigna y deben reaccionar a su contexto basados en la naturaleza de la misma.
No obstante, en la actualidad, no sólo son las virtudes las que se buscan para generar empatía con el público. Los seres humanos poseemos también diversas facetas que nos integran y algo que podría ser considerado un defecto, también podría desembocar en un carácter sólido para nuestros personajes.
La Dicción
Es la elección de palabras y tono con las que se decide presentar una acción o conjunto de acciones y es de vital importancia para hacer que la historia tenga hito en tu audiencia. Lo que en cine equivaldría, no sólo al tipo de diálogos que se entablan entre lxs personajes, sino a la actitud general con la que se narra visualmente la historia.
La Melodía
Cuando pensamos en melodía, música y audio son las cosas que nos vienen a la mente. Y, en efecto, al menos en lo que al mundo del cine respecta, se refiere a la banda sonora y, quizás, al diseño sonoro del filme. Así pues, podemos pensar en la melodía pegajosa de Harry Potter, con su aura de magia y misterio, o las épicas escalas de Hans Zimmer que acotan grandiosidad y contundencia.
El Espectáculo
Aristóteles lo define como el momento en el que lxs personajes aparecen en escena; se toma en cuenta todo lo que dicen y hacen durante su aparición. Esto es evidentemente tomado del teatro, sin embargo, el equivalente en el mundo del cine sería la selección de los aspectos visuales de una escena que ayudarán a resaltar lo que está sucediendo o a exagerarlo con fines dramáticos. Tal es el caso de la fotografía en Requiem for a dream (2000) de Darren Aronofsky, donde el drama del abuso de drogas es contado a través de los famosos inserts de agujas, píldoras y pupilas dilatadas, en conjunto con sonidos aislados del resto del ambiente. Una total hipérbole narrativa usada con la finalidad de cautivar la atención del espectador.
El pensamiento
Con ‘pensamiento’, Aristóteles se refería a la motivación o intención del personaje principal. Una tarea, misión o hazaña que nuestro personaje persigue le lleva a través de situaciones, a veces, poco convencionales. Como es el caso de Hércules, quien tiene la intención de transformarse de nuevo en un dios a través de enfrentarse con monstruos y quimeras para ganarse el acceso al Olimpo junto a sus padres.
Estos seis puntos fueron creados para la tragedia griega, sin embargo, 2500 años después, esta estructura sigue vigente ayudándonos a contar nuestras historias. Luego de sentar las bases, corresponde a los nuevos escritores la Odisea de la Vida de contar nuevas historias para el futuro. Pensar y tener presentes las posibilidades de la narrativa ha dado paso a un sinfín de genialidades que no sólo proponen y entretienen: nos transforman.
Referencias:
- Aristóteles, (1966). Poética. Madrid: Aguilar S.A. Ediciones.
- How Aristotle Can Help You Become A Better Writer – WILLIAM KOWALSKI
- Lessons from ancient Greece – Aristotle on storytelling
Comentarios recientes