La fotografía cinematográfica no es solo el arte de iluminar y encuadrar. Es el arte de pensar con imágenes. Cada plano, cada sombra, cada movimiento en la imágen es una decisión que moldea el relato, que dirige la emoción, que construye ideología. Un cinefotógrafo no solo ilumina una escena: la interpreta.
Este diplomado nace de la necesidad de entender la imagen cinematográfica como lenguaje, no como ornamento. No se trata de perseguir la estética por la estética. Aquí aprenderás a decidir por qué iluminas así, por qué mueves la cámara, por qué encuadras de cierta forma, y cómo cada una de esas elecciones tiene un peso narrativo y emocional.
¿Qué buscamos con este curso?
Formar cinefotógrafos con pensamiento visual, con criterio narrativo, y con conciencia ética.
Enseñar lo técnico, sí, pero siempre subordinado a la intención narrativa y emocional.
Fomentar una mirada que no solo observe, sino que interprete y cuestione lo que muestra.
¿Qué tipo de mirada vas a desarrollar?
Una mirada que no solo vea, sino que lea lo que hay detrás de la imagen.
Una mirada que entienda que el encuadre es también una toma de postura.
Una mirada capaz de decir mucho con poco, y de decidir cuándo mostrar… y cuándo no.
Una mirada que sepa que la luz puede ser tan poderosa como una línea de diálogo, y que el silencio de la cámara, a veces, grita más fuerte que cualquier explosión.
Este diplomado es para quienes no se conforman con “que se vea bonito”, sino que quieren que la imagen tenga peso, intención, sentido y alma.