Gerardo Tagle es egresado con mención honorífica del Centro de Capacitación Cinematográfica como Director, ha participado en algunos de los proyectos cinematográficos más exitosos de la actualidad. Entre sus trabajos se encuentran Diseño de Producción de Post Tenebras Lux (Carlos Reygadas, Palma de Oro, Cannes 2012), Luz Silenciosa (Carlos Reygadas), Batalla en el Cielo (Carlos Reygadas), Japón (Carlos Reygadas, mención especial a la Cámara de Oro en Cannes).
– Durante la entrevista, Tagle habló del posicionamiento del mercado, tanto del cine de autor, como del cine comercial.
Yo atendería que el reto de una producción no es solamente el financiamiento, por ejemplo de 150 películas que se produzcan en un año en México, quizás solo 70 u 80 logran encontrar cartelera. Es interesante estudiar la producción de cine en México o estudiar las películas que se exhiben en México, estudiar el mercado de proyectos, así como el mercado de películas: películas que se exhiben en cartelera, pero no alcanzaron las plataformas o viceversa. De igual manera, es importante conocer los tipos de mercados que existen, los cuales tienen objetivos diferentes, todos son válidos como aspirantes de cine: hay unos que se hacen para una estrategia de comercialización y otros que se hacen para un equipo técnico – artístico – creativo.
Es el caso del cine de autor, el cual se encuentra en el campo del arte cinematográfico, tiene poco financiamiento, pero es la voz emergente, el impulso creativo, la creación de un discurso difícil, la búsqueda del intelecto. Por lo mismo, no importa a lo que se enfrenta el artista para realizar su proyecto, lo que importa es destacar su talento. De igual manera, el cine de autor trata de lograr vender algunas entradas, como es el caso de la Cineteca, que por lo menos alcancen a mil espectadores.
Por su parte, el cine comercial, es aquel que vemos en la cartelera todos los días, que requiere de una industria para sostenerse, un plan de medios, de publicidad y que se basa en el entretenimiento del gran público, en el discurso fácil, en el cine de taquilla, que se centra en los géneros que le gusta a la audiencia mexicana como el drama, el melodrama y la comedia. El gran negocio es lo periférico: la comida, la proyección de comerciales, la proyección de traileres, y después, viene la película: de lo que viven, es de otra cosa.
Considero que ambos discursos son igual de positivos, es importante entender todo tipo de película y no sólo hacerse experto en una, sino intentar entender cualquier proyecto, sin olvidar que es fundamental identificar al público meta; hay público para todo, hay días de la semana para todo, horarios para todo, la audiencia ve cine de autor, pero también cine comercial.
– De igual manera, Tagle considera que un artista completo es capaz de conocer el género de cine y entender el género de todos los cineastas, el que puede operar una historia y ser capaz de comprender el género cinematográfico.
La labor de un cineasta integral es aquel que es capaz de comprender el género cinematográfico: filmar un drama como se filma un drama, filmar el ritmo que requiere una comedia y filmar una película de acción con el lenguaje de una película de acción. Mi misión es formar directores, productores, capaces de entender el fenómeno fílmico, es mi búsqueda; una chamba interesante que se centra en encontrar la voz de cada uno de sus componentes, realizar cine de arte, de comedia, para que, posiblemente, diez años después, se haga un cine de drama: la maestría de un oficio, es volverla un arte.
– Posteriormente, Tagle nos compartió la experiencia más enriquecedora que ha tenido a lo largo de su carrera.
Todas las películas en las que he colaborado, han sido un reto artístico y un reto técnico, porque en todas mis películas he vivido la satisfacción como artista: lo que hiciste, alguien más se reconoce en él, alguien más se enganchó por una razón, estética, creativa o artística, un punto interesante que los nuevos cineastas pudieran experimentar con sus propios discursos narrativos.
– La conversación terminó con aquello que le gustaría al maestro transmitir a los chicos que forman parte del Seminario de Cine Contemporáneo.
Incitaría y provocaría a que no creamos que porque ahora una cámara es barata y la compro soy cineasta, porque nos va a doler mucho el resultado si no lo creemos así. Para ser un cineasta, se tiene que estudiar y practicar; estudiar cine no es lo mismo que comprarse una cámara, tienes las herramientas, pero hay que saberlas usar y conocer el lenguaje. Asimismo, quiero provocar a aquellos que no tienen el conocimiento y que busquen generarlo.
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